Vale, confieso que he vuelto a
caer en esa rama de la literatura,
donde todo es empalagoso, romántico y de color rosa. Llegué a este libro de
pura casualidad, en un principio pensé que iba a ser más de lo mismo (es más de
lo mismo), pero me resultó un tanto entretenido, quizá porque pude
identificarme en el personaje principal… Bueno, antes de que empiece con eso
les presento al libro. Su nombre, en español, es “No te lo vas a creer”. Gente, libro. Libro… ¿gente? Ok, es la
presentación más bizarra que jamás he hecho, tenido, dicho o escrito
#TengoUnHumorRaro #YoSolaEntiendoMisChistes.
Punto a parte. El libro está
escrito por Sophie Kinsella, las aficionadas del romance seguro han oído hablar
de ella y para los que no, les cuento que Sophie es la autora de la saga Shopaholic, ¿aún no les suena? Es la
saga en la que se basaron para hacer la película algo extraña sobre una chica
que se desvive por comprar: Confessions
of a Shopaholic, que protagonizan Isla Fisher y el guapísimo de Hugh Dancy
–soy una chica, así que no juzguen, ¡me encanta Dancy! Y tal vez otro par de
actores más… #AyeSeTildó… Cof, cof… bien, ¿en qué estábamos? ¡ah, sí!–. Sophie
es la misma autora de este libro, lo curioso que es el primero con el que se
dio a conocer con este seudónimo (su nombre real es Madeleine Sophie Townley).
¿Quieren saber un poco más sobre este chick-lit? ¡Pues síganme!...
Sinopsis:
Has tomado una copa de más y
hablas por los codos, sin parar, y cuando por fin levantas la vista, unos ojos
oscuros y penetrantes te observan atónitos, fascinados y... ¡muy interesados!
Después de asistir en Glasgow a
una desastrosa reunión de trabajo y de tomarse un par de vodkas, ¿o fueron
tres?, para levantar el ánimo e infundirse valor, Emma Corrigan se sube por fin
al temible artefacto volador para regresar a Londres. El vuelo resulta
especialmente movido; algunos pasajeros gritan, las azafatas se abrochan los
cinturones con caras lívidas, y Emma se agarra desesperadamente a los brazos de
su asiento. Presa del pánico, de su boca empiezan a brotar todos sus secretos,
sus sueños más ocultos y sus deseos más inconfesables, que van a parar a oídos
del silencioso pasajero que, inmutable, la escucha sentado a su lado. Emma no
se deja nada: desde el día en que perdió la virginidad hasta la nota de
matemáticas que falsificó en el currículum, pasando por lo incómodo que le
parece el tanga. Pero este mal trago no será nada comparado con lo que le
espera el lunes en la oficina, donde corre la voz de que el presidente de la
megacorporación americana para la que trabaja se encuentra de visita en la sede
londinense. En medio del nerviosismo general, Emma decide acercarse a la
máquina de café del pasillo y se cruza con la comitiva que acompaña al gran
jefe...
Tierna y desternillante, la
autora de Loca por las compras regresa con una nueva y
divertida novela, y con una heroína que se hace querer.
Crítica:
¿Ya he dicho que me he
identificado completamente con la protagonista? ¿No? Pues, bien. Sophie ha
descrito tan bien la personalidad de Emma Corrigan que por momentos sentía que
hablaba una persona real. Repito, logré entrar en la piel de ella, más aún por
su carácter un poco tímido, pero intrépido y decidido. Humana, podría decir en
una palabra. Me encantan los toques de humor, porque realmente es como suceden
a veces las cosas en la vida. Resulta que esta humilde servidora es tan patosa
como la chica de esta historia y por ello he adoptado la filosofía de vida de
que es mejor reírse de uno mismo que lamentarse. Si uno ve las cosas desde esa
perspectiva, lo disfrutará mucho, es por eso que encuentro hilarantes las
situaciones que vive Emma con sus metidas de pata, sus pensamientos tan típicos
de una joven de veinti-tantos. Si alguno de los lectores no ha padecido de un
día al estilo «¡Soy la Ley de Murphy
andante!», entonces nunca sabrán de lo que hablo. Es refrescante leer algo con
un toque “real” pero teñido de comedia.
Otro punto en el que me quito el
sombrero para Kinsella es donde surge la mar del embrollo de la protagonista, y
me refiero precisamente al porqué del título del libro. ¿Alguna vez le han
contando algo a un desconocido, simplemente por necesidad? Yo no he llegado a
tanto pero creo que a más de uno de mis amigos, cuando padezco de algún exceso
de estrés mental los agarro cual psicólogo o terapeuta y expongo todos mis
trapitos sucios en bandeja de plata, porque sí, me he quedado sin filtro en más
de una ocasión y prácticamente me ha pasado a veces lo mismo que a Emma (¡Hey,
soy la Ley de Murphy andante!, ¿recuerdan?), pero menos mal que no ha sido con
un jefe o directivo porque sino si me moría de la vergüenza. A mi favor digo
que a veces existen personas que tienen
una especie de aura que te invita a revelarles todo…, bueno a quién
quiero engañar si tuviste unas copas de más (como en el caso de Emma) o si
estas estresado o nervioso siempre hay un pequeño porcentaje en donde se pierde
el filtro en una conversación y te encuentras balbuceando cosas que nunca
creíste revelar en tu vida. Así que felicito a Sophie por haber logrado
entretenerme con ese primer momento, ya que me vendió por completo la historia.
Tenía que saber en qué acababa la desgracia de Emma –porque convengamos que se
sabe que una vez que te quedas sin filtro la persona con la que te expusiste
termina siendo alguien o algo importante… #MeHaPasado– y dicho y hecho… el
cuate del avión era el dueño de la empresa donde Emma trabajaba, Jack Harper. Ironías de la vida y una dosis de ficción melodramática teñida de comedia que son parte de la fórmula esencial para el inicio de esta historia. De
pronto vemos como Emma intenta salir desesperadamente del campo de visión de
este hombre cada que se lo encuentra, porque le ha revelado cosas que ni su
sombra sabía (muchas de ellas tienen carga sexual y otras son tan sorprendentes
como el hecho de que haya falsificado una nota en su currículum).
Todo este primer momento del
libro saca carcajadas, más por las buenas metidas de pata que tiene la
protagonista. Lo que me resultó un poco sacado de contexto fue la forma abrupta
en la que Emma termina con su novio Connor, pareja con la que se supone que
había pasado mucho tiempo ya y que estaban a punto de irse a vivir juntos.
Comprendo que en su lapsus de verborrea Emma haya soltado que no lo quería
realmente, pero me parece que Sophie debía haber detallado un poco más en esa
relación. Ya que por mi parte he juzgado a Connor como un chico que no deja que
su novia opine o tenga algún tipo de voz dentro de la relación. Tal vez es sólo
mi punto de vista, pero de igual forma se me hizo precipitado cómo se terminó esa historia de amor de Emma.
Aclaro que también me hubiera
gustado saber un poco más de Jack Harper, ya que sólo se ve un atisbo real del
«hombre detrás del mito» al final del libro. La relación que empiezan él y Emma
también se me antojó algo apurada y capaz que esa era la justificación
necesaria que debía de existir para que luego se desenvolviera el dramatismo
del libro. Por lo demás me recordó un poco al clásico Mr. Darcy, ya que sólo
vemos una parte de él al comienzo, se dibujan teorías debido al misterio que
envuelve a su persona (porque sí, el tipo se comporta como un patán mentecato y
no comparte nada sobre su vida, a pesar de que se nota su interés por Emma).
La relación de amistad que
mantiene Emma con su mejor amiga estuvo bien lograda, algo bizarro el secreto
de que haya tenido una fantasía… (ok, Emma seguramente me colgaría si dijera
eso –sí a veces me imagino cómo reaccionarían los personajes con mis
pensamientos–, así que rectifico y digo que fue sólo un sueño…) sexual donde
ambas tenían un encuentro lésbico. Por lo demás ha sido placentero leer sobre
ambas amigas, sus interacciones son típicas de chicas que se conocen de toda la
vida. Adoré cómo maquinaban estrategias para poder sacarle “prestada” ropa a su
otra compañera de cuarto, Jemima, a quien por cierto aborrecí de pies a cabeza.
Lo peor de todo es que está muy bien escrito, ya que me he topado con chicas
que tienen una forma de pensar muy similar a la de este personaje, en la vida
real son las típicas odiosas nenas de papi que sólo les gusta presumir lo caro
que tienen y que su único objetivo en la vida es poder casarse con un hombre
adinerado que las mantenga, eso sí no les importa pisotear a nadie en el
camino. Ojo, no digo que he visto a mujeres actuar así, pero si me ha tocado
compartir camino con algunas “trepadoras” a las que Jemima me recordó bastante.
La novela posee un toque de cada
cosa, y creo que por eso el final me pareció muy forzado, quedaron varias
cuestiones sin resolver (como por ejemplo, el tema con la prima odiosa de Emma,
Kerry, o cómo se desenvolvió Emma en su nuevo puesto…) detalles mínimos que
hubieran sido geniales de leer en un prólogo. Quizá es porque existe algún tipo
de continuación –del que aún no estoy enterada, pero lo dudo porque busqué muy
bien por la red– o se planea una secuela, no lo sabré del todo hasta que se
publique algo al respecto. Pero lo que sí puedo decir es que recomiendo este
libro como uno más para pasar el rato, podría compararlo con una película de
comedia romántica #PorqueEsoEsALoQueMeRecordó, es muy ligero en su narrativa
por lo que uno se lo puede devorar en una tarde de un fin de semana sin ningún
tipo de problema. Puede servir a modo de regalo para una amiga, novia, prima o
incluso a la tía soltera, estoy segura que les encantará.
Datos del libro
· Nº de páginas: 288 págs.
·
Encuadernación: Tapa blanda
· Editoral: SALAMANDRA
(PUBLICACIONES Y EDICIONES SALAMANDRA, S.A.)
·
Lengua: CASTELLANO
·
Año de Edición: 2004
·
Plaza de Edición: Barcelona
· ISBN: 9788478889006
Creo que esto ha sido todo por
hoy, me despido y los espero pronto en el siguiente post.
XOXOX,
No hay comentarios:
Publicar un comentario